miércoles, 27 de mayo de 2015

¿La humanidad depende de la tecnología, o es la tecnología que está destruyendo a la humanidad?


En la actualidad, con todos los avances en conocimientos científicos y tecnológicos, hemos puesto a un lado las bases de cualquier sociedad, la naturaleza. ¿Te has preguntado cuántas horas al día utilizas la tecnología?  Con cada día que pasa, los humanos creemos que somos más autosuficientes, que la tecnología es la respuesta a todos nuestros problemas, que podemos abastecernos de todo lo necesario para vivir, pero nos estamos olvidando de una parte crucial para todos, el lugar en donde existir. Podemos crear todo lo necesario para abastecernos, pero de qué sirve todas las creaciones que nos ha provisto la lógica del ser humano si no tenemos un lugar en donde darles uso. Por primera vez en la historia, existe la duda de si nuestra humanidad está compitiendo con la tecnología.
                         
Los inventos tecnológicos han reemplazado los conocimientos humanos que se han ido adquiriendo a través de los años. La cultura, las tradiciones, todo lo que ha caracterizado a un pueblo por años se va perdiendo, las memorias de un pueblo desaparecen para formar parte de una aldea global en donde ya no somos entidades separadas sino toda una mezcla de conocimientos que buscan el avance de la humanidad. Pero se ha visto que este avance, en realidad nos está haciendo perder esta humanidad

En primer lugar tenemos que definir lo que es la humanidad, y en las palabras más simples, es la condición de ser humano. Pero el “ser humano” incluye una gama tan amplia de características , ser capaz de pensar, de tener emociones, de imaginar, de tener fe, de dudar, de socializar, de ser curioso , y podría seguir para siempre sin parar, porque somos uno de los seres vivos más complejos que existen sobre esta tierra. Y este es el problema más grande, la ciencia ha desplazado esa capacidad de sentir el daño que estamos haciendo a nuestro mundo, nos preocupamos más por el bienestar privado que por los daños que causemos externamente.

Una máquina que realice una labor de manera más eficiente es mejor que cualquier conocimiento del que haya surgido esa máquina, quizá esa eficiencia genere efectos negativos externos, quizá esa máquina deje a muchas personas sin trabajo, pero eso ya no es lo importante para nosotros, la emoción pasó a un segundo plano, poniendo la lógica y la eficiencia como prioridad para cualquier ser humano, hacer la vida simple quitar del mapa esos problemas que antes existían, tratar de llegar a una perfección utópica por medio de máquinas.

Pero de que nos sirve ser humanos si no tenemos problemas, porque para eso estamos en este mundo, para cometer errores, aprender de ellos, experimentar sentimientos, imaginar soluciones, tomar decisiones. La gente hoy en día vive más simple, es verdad, podemos encontrar la respuesta de casi todo con sólo un clic, pero tal vez estos avances nos están haciendo demasiado dependientes, ahora solo confiamos en un dispositivo que nos solucione la vida.

El mundo como lo conocíamos ya no existe, ya dejo de ser nuestro mundo para pasar a ser el mundo de la tecnología, lo que nuestro abuelo nos enseñó ya no puede competir con los datos que Google nos da en cuestión de segundos. Estamos acabando con el mundo físico, y con las memorias de la naturaleza, lo que deberíamos comenzar a decidir es que es más importante, los conocimientos de un pueblo o la modernidad de una ciudad. Quizá hay que encontrar un equilibrio entre ambos, pues hay conocimientos que pueden salvar a las ciudades de esa destrucción física, y por ende salvar nuestra propia humanidad.


"Se ha vuelto terriblemente obvio que nuestra tecnología, ha superado nuestra humanidad". Cuando se habla de frases, podemos afirmar que ésta, dicha por el mundialmente conocido Einstein, apunta directamente a nuestra moderna sociedad tecnológicamente dependiente, una sociedad que no sabe si los nuevos avances son en realidad un progreso.

miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Qué es lo que en realidad nos diferencia a los humanos, el sistema o la expresión?

Realmente podríamos considerar que una definición formal del lenguaje es la forma correcta de conceptualizar todo un mundo de aspectos que han dado forma a la vida como la conocemos hoy en día. Pues desde mi punto de vista seria incompleto tratar de encerrar a esto que llamamos “lenguaje” en un par de palabras formales.

En primera instancia debemos reconocer que esta convención, ha formado parte de nuestros genes desde que el primer hombre pisó la tierra, e incluso forma parte de cada ser vivo presente en esta tierra, pues para tratar de definir al lenguaje en las formas más simples, hay que reducirlo a su uso básico, la comunicación.  Para comenzar tenemos a las plantas, su forma de participar al exterior sus estados se basan en cosas tan simples, como el color  y la textura, pues quien no sabe cuándo una planta necesita de mayor cuidado por la sequedad que presenta o el verde de sus hojas al momento de que está en buenas condiciones. Y por otro lado están los animales, los cuales con gestos y sonidos comunican sus necesidades. Y es de esta manera que la naturaleza se basa en aspectos tan simples para la expresión de sus seres vivos.

Y en cuanto a los humanos, podríamos observar que hemos aprendido de estas expresiones tan básicas de animales y plantas para llegar al lenguaje de hoy en día. Comenzando con dibujos muy rústicos en una pared con el uso de esos colores y texturas que las plantas nos proporcionan, y adjuntando sonidos y gestos tal y como los animales los hacen. Un trazo en una caverna se volvió una obra maestra en un museo y un escueto sonido en la complejidad de cada idioma que hoy en día existe alrededor del mundo.

Entonces se puede considerar que los seres humanos tenemos un cierto nivel de superioridad, hemos perfeccionado todas las formas existente de comunicación para hacerlo más eficaz, añadiendo sistemas de signos, vocabulario, gamas de colores, así como herramientas para hacerlo visible, y utilizamos la educación para poder transmitir todas las clases de lenguaje en cada área de conocimiento.

Pero el verdadero mérito que debemos atribuirnos, es la capacidad de hacer al lenguaje algo nuestro. Tenemos todos los medios para aprender cada sistema de signos presente en el mundo, pero de que sirven las palabras sin un trasfondo o una pintura sin sentimiento, el sistema no es lo importante, sino su expresión. Es verdad que tenemos leyes convencionales para poder lograr eficacia en la comunicación, pero la libertad que cada uno tiene para unir las palabras, escoger los elementos o los gestos, ese es el verdadero lenguaje. Y esta libertad se la puede demostrar en algo tan simple como transmitir cual es el clima del día de hoy. Si está nevando, podemos decir algo como “hay nieve en todas partes y además continua cayendo desde el cielo”, o quizá “hay escarcha blanca en cada parte de la acera y el ambiente es tan frio que congela” o algo tan simple como mostrar un puñado de nieve. He ahí la capacidad de hacer tuyas a las palabras, hacer tuyos los signos,  hay que darle importancia a la función de comunicar y no a la complejidad de los medios.


Entonces que podemos concluir al hablar de lenguaje, pues que es simplemente hacer tuyo a un sistema de signos, cada quien puede escoger los medios de expresión, la clave está en sentir esa expresión, así como un científico hace y lo siente suyo a un descubrimiento, así cada uno puede encontrar la manera de darle vida a las palabras pues al fin y al cabo, la diversidad humana está presente en todo, e incluso más en nuestras formas de expresión.