miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Qué es lo que en realidad nos diferencia a los humanos, el sistema o la expresión?

Realmente podríamos considerar que una definición formal del lenguaje es la forma correcta de conceptualizar todo un mundo de aspectos que han dado forma a la vida como la conocemos hoy en día. Pues desde mi punto de vista seria incompleto tratar de encerrar a esto que llamamos “lenguaje” en un par de palabras formales.

En primera instancia debemos reconocer que esta convención, ha formado parte de nuestros genes desde que el primer hombre pisó la tierra, e incluso forma parte de cada ser vivo presente en esta tierra, pues para tratar de definir al lenguaje en las formas más simples, hay que reducirlo a su uso básico, la comunicación.  Para comenzar tenemos a las plantas, su forma de participar al exterior sus estados se basan en cosas tan simples, como el color  y la textura, pues quien no sabe cuándo una planta necesita de mayor cuidado por la sequedad que presenta o el verde de sus hojas al momento de que está en buenas condiciones. Y por otro lado están los animales, los cuales con gestos y sonidos comunican sus necesidades. Y es de esta manera que la naturaleza se basa en aspectos tan simples para la expresión de sus seres vivos.

Y en cuanto a los humanos, podríamos observar que hemos aprendido de estas expresiones tan básicas de animales y plantas para llegar al lenguaje de hoy en día. Comenzando con dibujos muy rústicos en una pared con el uso de esos colores y texturas que las plantas nos proporcionan, y adjuntando sonidos y gestos tal y como los animales los hacen. Un trazo en una caverna se volvió una obra maestra en un museo y un escueto sonido en la complejidad de cada idioma que hoy en día existe alrededor del mundo.

Entonces se puede considerar que los seres humanos tenemos un cierto nivel de superioridad, hemos perfeccionado todas las formas existente de comunicación para hacerlo más eficaz, añadiendo sistemas de signos, vocabulario, gamas de colores, así como herramientas para hacerlo visible, y utilizamos la educación para poder transmitir todas las clases de lenguaje en cada área de conocimiento.

Pero el verdadero mérito que debemos atribuirnos, es la capacidad de hacer al lenguaje algo nuestro. Tenemos todos los medios para aprender cada sistema de signos presente en el mundo, pero de que sirven las palabras sin un trasfondo o una pintura sin sentimiento, el sistema no es lo importante, sino su expresión. Es verdad que tenemos leyes convencionales para poder lograr eficacia en la comunicación, pero la libertad que cada uno tiene para unir las palabras, escoger los elementos o los gestos, ese es el verdadero lenguaje. Y esta libertad se la puede demostrar en algo tan simple como transmitir cual es el clima del día de hoy. Si está nevando, podemos decir algo como “hay nieve en todas partes y además continua cayendo desde el cielo”, o quizá “hay escarcha blanca en cada parte de la acera y el ambiente es tan frio que congela” o algo tan simple como mostrar un puñado de nieve. He ahí la capacidad de hacer tuyas a las palabras, hacer tuyos los signos,  hay que darle importancia a la función de comunicar y no a la complejidad de los medios.


Entonces que podemos concluir al hablar de lenguaje, pues que es simplemente hacer tuyo a un sistema de signos, cada quien puede escoger los medios de expresión, la clave está en sentir esa expresión, así como un científico hace y lo siente suyo a un descubrimiento, así cada uno puede encontrar la manera de darle vida a las palabras pues al fin y al cabo, la diversidad humana está presente en todo, e incluso más en nuestras formas de expresión. 


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