Es claro que el mundo actual está marcado por los progresos,
es por naturaleza del ser humano el buscar el avance, buscar nuevos métodos para
facilitarnos la vida, llegando de esta manera a crear nuevas y mejoradas
industrias, aparatos tecnológicos. Somos las generaciones del consumo, pero quizá
hemos dejado de lado el verdadero sentido del progreso, buscamos el mejorar
pero no el bienestar, deberíamos preguntarnos de que nos sirve lo material si
no tenemos un espacio donde usarlo.
Especificando los progresos que hemos tenido en la
actualidad, esta toda una gama de nuevos productos tecnológicos, las industrias
de energía han aumentado las producciones para lograr abastecer a la humanidad,
los “genios” de cada empresa han intuido las nuevas necesidades de los seres
humanos, pero no hemos utilizado la razón en su totalidad. Estamos razonando
solo con metas a corto plazo, satisfacer a las generaciones presentes sin
observar consecuencias, sin observar el mundo que estamos dejando para el
futuro.
Si deseamos hablar de un verdadero progreso, debemos usar
nuestra inteligencia para lograr crear un equilibrio entre los avances
materiales y el cuidado de la parte biológica de todo nuestro mundo. Al hablar
de la parte biológica nos referimos a cada aspecto de la naturaleza, desde
nuestra salud hasta el ambiente de cada ecosistema. Las industrias y los gases
que se emiten diariamente no solo por éstas, sino también por automóviles,
aerosoles, tabacos dañan nuestra atmósfera perjudicando no solo nuestra salud
externa, hablando de la piel, sino también nuestra salud interna, al dañar el
aire que entra en nuestro organismo. Y hay que observar que estas actividades
humanas no solo nos afectan a los humanos, sino a cada organismo viviente. Hemos
comenzado a derretir polos, los bosques cada vez son menos reduciendo nuestro oxígeno,
las lluvias cada vez son más escasas dañando vegetaciones en todas partes,
causando sequías, se contaminan ríos y mares. Podemos decir que estamos
acabando no solo con nuestra propia vida, sino con la vida de plantas y
animales de todo el mundo, desde océanos hasta polos.
Debemos dejar de usar la razón solo para la creación de
nuevas herramientas, y debemos comenzar a usar lo sentidos para percatarnos de
los que le estamos causando con esas herramientas, observar la destrucción,
oler la contaminación, palpar los cambios en el clima, escuchar los pedidos,
degustar los sabores que cada vez cambian más. Nuestra naturaleza progresista está
acabando con nuestro mundo natural, ahora nos estamos dando cuenta que solo
hemos evolucionado en un lado de la moneda, dejando morir al otro. El uso de la
razón no esa completo si no miramos cada faceta de las consecuencias, nuestros
avances ya no son un avance para la humanidad, entonces es hora de que nos preguntemos
si ¿nuestra preocupación es lo suficientemente global?
No hay comentarios:
Publicar un comentario