sábado, 24 de enero de 2015

Era hace una vez... El sexo y la independencia

Postura de Psicoanálisis de Bruno Bettelheim. (Ariana Calvache, Valentina Reinoso, Nicole Cueva, Valentina Gutiérrez, Neguin Badaghi)

Los cuentos de hadas son una representación un tanto fantasiosa de nuestra realidad, que nos sirve como un preámbulo o una advertencia. Lo interesante de estos relatos es la apertura a interpretaciones que tienen, que dependen directamente del nivel de madurez de la persona que lo lea y de los conocimientos que este tenga, demostrado claramente con el psicoanálisis de Bruno Bettelheim, en donde se nos plantea el detrás de dos de los cuentos más populares que han trascendido en cientos de generaciones: Hansel y Gretel, y la Caperucita Roja… ¿Roja?, pues si no hay mejor adjetivo para describir la carga sexual de este cuento. 
Este aspecto es bastante evidente en el psicoanálisis y de igual manera a nuestra forma de pensar. El rojo es comúnmente conocido por simbolizar deseos pasionales, amorosos, la intensidad, la fuerza, y la sexualidad lo cual estaba representado explícitamente  en la primera versión que tuvo este cuento, con Perrault exponiendo que la Caperucita se metía desnuda a la cama con el lobo, esto ha ido cambiando en las versiones actuales, aun quedando el significado. Por otro lado el significado que busca Bettelheim de la apertura de la barriga del lobo no es más que otro rasgo característico de los psicoanalistas por tratar de buscarle una razón  a cualquier hecho o acción. Es claro que dentro del cuento original de  Perrault esta disección que se realiza no está presente, por lo que en verdad nos da a entender que esto no fue más que un final atribuido por siguientes versiones para hacerla más apta para su público joven. 
De la misma manera que no estamos de acuerdo con la relación que se le hace a una cesaría y con el miedo que esta causaría en los niños. Plantea la existencia de relaciones edípicas por parte de Caperucita Roja justificando la ausencia del papá, a pesar de que este argumento ahonde demasiado en la psicología del cuento. Evidentemente en este cuento se aprecia un deseo de independencia que parece innecesario para la edad que aparenta la “niña”, independencia parecida a la que tienen que vivir Hansel y Gretel, la cual en este caso es forzada por los padres, específicamente por la madrastra. Hansel y Gretel de igual manera ahonda en las relaciones edípicas las cuales están sustentadas por un deseo de un amor o fijación de la madre que actualmente no está presente. Un sentimiento intensificado por la falta de alimento, efecto colateral de la pobreza. Sin embargo al igual que en la Caperucita Roja existen elementos que pueden ser considerados un análisis extra limitado del mismo cuento. Está por ejemplo el hecho de que Bettelheim asocie a la casa con el cuerpo de la madre y que piense que un niño pueda entender este simbolismo para reflexionar acerca de su propia vida. Estas afirmaciones no parecen lógicas aunque tengan respaldo psicoanalítico, al igual que el sentido religioso que este encuentra en la paloma. 
Los análisis de estos cuentos del psicoanalista Bruno Bettelheim poseen una gran cantidad de lógica al tratar de entender los simbolismos manejados por Perrault o los Hermanos Grimm, viéndose desde la afirmación que son de libre interpretación. A pesar de esto, existe claramente una extralimitación al intentar buscarle sentido a los mecanismos creados en estas historias. Bettelheim parece en muchas ocasiones llevar dichos símbolos a un nivel muy complejo, que adolescentes o adultos sin conocimientos previos no podrán desentrañar, y todo esto toma menos sentido si tomamos en cuenta que el público principal de estos cuentos son y siempre serán niños.

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